martes, 20 de enero de 2015

El fichero de control de pasajeros no habría evitado los grandes atentados yihadistas

Se está hablando mucho de la necesidad de crear un gran fichero de pasajeros de avión (PNR) en los países europeos para hacer frente a la creciente amenaza yihadista. El Gobierno español lo defiende ardientemente, al igual que otros muchos países europeos, especialmente tras los atentados de París.
Su utilidad tiene un claro fin para esta lucha antiterrorista: identificar a los militantes de Al Qaeda, Estado Islámico y otro grupos que viajan a Europa para cometer atentados.
No obstante, esta medida no es la panacea que soluciona el problema. Lo que nadie parece recordar es que en los grandes atentados de esta índole cometidos durante el siglo XXI la existencia de ese archivo no habría evitado nada. Porque tanto en los atentados de Nueva York, Madrid, Londres y París, los terroristas eran ciudadanos o residentes en esos países. En la mayor parte de los casos, estaban fichados por las policías y los servicios de inteligencia locales. Y, además, les habían tenido bajo vigilancia tiempo antes de cometer sus salvajadas.
Los servicios de seguridad españoles reaccionaron tras el 11-M consiguiendo que en los últimos diez años no se haya vuelto a producir otro atentado. Han detenido a más de un centenar de sospechosos y han conseguido controlar a los grupos peligrosos. Claro que pretendieron volver a atacar nuestro convivencia, como cuando intentaron colocar bombas en el Metro de Barcelona, pero no lo consiguieron. Y todo esto sin el gran fichero PNR.
Sí creo que será de ayuda en la lucha contra el yihadismo, pero me produce picores pensar que ese fichero sea utilizado por los servicios inteligencia para otras cosas. La historia de los últimos años ha demostrado que la CIA ha justificado en su lucha contra el terrorismo intromisiones en la intimidad de gobiernos latinoamericanos e incluso en el espionaje a Ángela Merkel.
Que acabar con los malos no nos lleve a cerrar los ojos.