viernes, 5 de junio de 2015

Las nueve operaciones más absurdas del espionaje mundial y español

Las siguientes operaciones que dan risa, llevadas a cabo por varios servicios secretos, las escribo a petición de un seguidor. Que las disfrute él y todos vosotros.
LA GABARDINA DE JOSEP PLA

-Invierno 1937. El escritor Josep Pla trabajaba para el servicio secreto de Franco y mandó lo que sus jefes en España interpretaron como un mensaje enigmático: necesito una gabardina. Los analistas le dieron mil vueltas, era evidente que era un mensaje en clave de que necesitaba ayuda, alguien que le protegiera. Pero, ¿qué es lo que le pasaba? Le enviaron un grupo de apoyo, que sin él saberlo le estuvo siguiendo para detectar amenazas. Al final se acercaron en secreto a él y le preguntaron si le habían descubierto, si había recibido amenazas. Él contestó: “llueve mucho y no tengo dinero para comprarme una gabardina”.

VUELO A LA LUNA PARA ACABAR CON CASTRO

-“Operación Mangosta” para acabar con Castro. El astronauta John Glenn fue lanzado a la luna en 1962 y alguien propuso en EEUU que si el viaje salía mal –fue un éxito- debían contar que fue debido a interferencias electrónicas contra la nave producidas en Cuba, que prácticamente no sabían en aquel momento lo que era la electricidad.

EL GATO ESPÍA: “OPERACIÓN GATITO ACÚSTICO”

Muchos de los inventos de la CIA han sido poco exitosos. Y a veces han cometido locuras absurdas a lo grande. Uno de ellos es un proyecto secreto que hemos conocido tras ser desclasificado.
Todo ocurrió en plena Guerra Fría, en 1962, durante los momentos de máxima tensión entre los servicios de inteligencia norteamericanos (CIA) y los rusos (KGB). Ambas potencias no escatimaron un centavo al invertir en tecnología, sobre todo si esta permitía interceptar las comunicaciones del enemigo y obtener información privilegiada.
Ese era precisamente el objetivo de la operación ‘Gatito Acústico’ (Acoustic Kitty), un ambiciosos proyecto de la CIA que pretendía convertir a un gato en el espía perfecto.
Los científicos estaban convencidos de que nadie se percataría de la presencia de una mascota y que el felino podría acercarse lo suficiente a los espías rusos como para grabar sus conversaciones y revelar los planes ultra secretos de los comunistas.
Durante cinco años experimentaron quirúrgicamente con un gato al que le instalaron un micrófono diminuto en su pabellón auditivo. Fue necesario practicarle varias cirugías antes de comprobar que daba resultado.
También le implantaron al felino un cable que recorría toda su columna vertebral hasta llegar a la punta de su cola, que hacía las veces de antena, y otro cable que llegaba hasta el pecho, donde le insertaron un transmisor y las baterías.
Una vez lograron que el sofisticado sistema de espionaje funcionara hicieron las primeras pruebas con el gato, que fueron un rotundo fracaso. El animal, en vez de acercarse a los espías, se distraía con los árboles y los objetos que se topaba en el camino y ante el menor olor a comida se largaba.
Entonces los científicos operaron nuevamente al animal para anular en su cerebro la sensación de hambre. Y en cuanto a su atención dispersa, sometieron a la mascota a un intenso proceso de adiestramiento para que no se distrajera con ningún otro estímulo y se dirigiera directamente hasta el punto indicado por su entrenador y permaneciera rodeándolo por horas hasta grabar toda la conversación entre los espías enemigos.
En total el entrenamiento y las intervenciones médicas del gato tardaron 5 años y costaron cerca de 20 millones de dólares.
El felino finalmente estuvo listo. La CIA supo que dos espías rusos se iban a reunir en un parque cerca de la Embajada de la Unión Soviética y pensaron que era la ocasión perfecta para estrenar su nuevo agente felino y enviarlo para interceptar la conversación.
El dispositivo se puso en marcha y los agentes de la CIA, camuflados en una camioneta al otro lado de la calle, liberaron al gato para que se acercara a los dos hombres y les entregara información privilegiada.
Sin embargo, se les escapó un pequeño detalle. Durante el entrenamiento intensivo del gato, nadie le enseñó a cruzar la calle así que el felino no se fijó y se lanzó de inmediato a la carretera, directo a su objetivo, con la mala suerte de que un taxi pasaba a toda velocidad y lo arrolló.
Todo ocurrió tan rápido que los agentes no pudieron reaccionar y cuando salieron del vehículo se toparon con el cadáver del animal tendido a mitad del camino. Impactados por el rotundo fracaso de la misión, no tuvieron más remedio que recoger el cuerpo y marcharse.
Llegaron a una tremenda conclusión: para nuestros propósitos usar un gato espía no es viable.


COLOCAN MICROS EN LA HABITACIÓN DE OBIANG (QUE NO ES)

-Julio 1983: Visita a España del mandatario de Guinea y el CESID que quiere enterarse de sus conversaciones secretas en Madrid. Hablan con el hotel y consiguen el listado de las habitaciones que van a utilizar él, su séquito y los escoltas. Colocan micros en la habitación del presidente y contratan la que está encima para la recepción de la conversación. Cuando llegan escuchan las conversaciones de los escoltas, pero ni una palabra de Obiang, que había preferido instalarse en otra habitación.

1987: UN COLEGIO DE NIÑAS

-Tres hombres de Manuel Challud, jefe de la Contrainteligencia soviética, seguían en la primavera a un correo del KGB en Madrid, que tras las maniobras de despiste, se dirigió al volante de su Volvo hacia el monte de El Pardo. Allí escondió un paquete en el agujero perforado en un árbol. Los agentes del CESID le dejaron ir, pues ya le tenían controlado, y se dedicaron a esperar al receptor. Era cuestión de tiempo. Estuvieron allí tres días y tres noches agazapados. Al cuarto día llegó un colegio de niñas, les pareció una coincidencia y absurdo que alguna trabajara para el KGB. Cuando se fueron descubrieron que el paquete no estaba.

MI PRIMER CONTACTO CON UN DIRECTOR DEL SERVICIO SECRETO

-Agosto 1991: curso de Verano de la Complutense en El Escorial. Era la primera vez que iba a coincidir con el director del CESID, Manglano, tras mucho tiempo ejerciendo el control sobre sus actividades. Estaba tan nervioso, que cuando me dijeron que llegaba me bajé al baño y cuál sería mi sorpresa cuando a los pocos segundos apareció Manglano y nos encontramos orinando uno junto al otro. Me miró, sonrió y dije “buenas tardes”.

ESPIONAJE A PEROTE Y A MÍ

         Corría el año 1995 cuando tuve acceso al dosier que el CESID hizo a Perote antes de invitarle a irse en 1990, en el que le acusaban de un montón de cosas. Una de ellas era de haberme filtrado cuando escribía en Tiempo un informe sobre un seguimiento a etarras en el sur de Francia. Los miembros del Servicio de Seguridad habían llegado a esa conclusión que reforzaba los datos de que era un traidor. ¿Qué había pasado en Realidad? Que el director, Emilio Alonso Manglano, había mandado un motorista que en persona subió a la planta de Tiempo para entregárselo al director, Pepe Oneto, y este me lo había entregado en persona delante de toda la redacción. ¡Qué bien lo hizo Manglano!, no le descubrió ni su propio Servicio de Seguridad.

EL FALLIDO ASESINATO DEL MOSSAD

-Uno de los mayores escándalos del Mossad, fue una operación con un resultado totalmente absurdo.
En la mañana del 25 de septiembre 1997, dos agentes del Mosad que portaban pasaportes canadienses se abalanzaron sobre el portavoz de Hamas y uno de sus líderes más destacados, Khaled Mishal, cuando se disponía a entrar en su oficina, en la avenida Wasfi Al Tal, una de las principales arterias de la capital jordana, Amman.
Mishal forcejeó con sus atacantes que iban apoyados por otros agentes del Mosad que vigilaban la zona. El dirigente de Hamas echó a correr calle abajo mientras empezaba a sentir como un pinchazo en su cuello.
Durante el forcejeo entre Mishal y sus dos atacantes apareció otro miembro de Hamas que al parecer era su guardaespaldas, con el que no habían contado. Les atacó, escapándose ambos hacía el coche que les esperaba cerca y que intentaba alejarse del lugar en medio de un intenso tráfico.
Abu Seif corrió largamente detrás del coche de los israelíes, sin que estos se percataran de ello. Y cuando pensaron que ya estaban a salvo abandonaron el coche y empezaron a caminar precipitadamente, tal vez hacia otro coche que les esperaba. Pero Abu Seif les alcanzó y se libró entre él y ellos una lucha en plena calle lo que atrajo la atención de la gente que se agolpó alrededor de ellos deteniendo finalmente a los dos extranjeros y entregándoles a la policía.
Mientras, Khaled Mishal había sido trasladado a un hospital, donde entró en coma. Los médicos que le atendieron aseguraron que le había sido inyectada una sustancia venenosa que no podían identificar y que moriría en unas horas si no se le suministraba el antídoto de ese veneno.
Enterado el Gobierno de Amman de lo sucedido informó al monarca jordano, Husein, quien reaccionó firmemente hacia Israel exigiendo al entonces primer ministro, Benjamin Netanyahu, el envío inmediato del antídoto para salvar a Mishal y la puesta en libertad inmediata del líder de Hamas, jeque Ahmad Yasin, que se encontraba en una cárcel israelí.
Netanyahu llevó a cabo sin titubeos lo que pedía el monarca jordano, y en pocas horas el jeque Ahmad Yasin fue llevado a Amman, junto con el antídoto con el que se salvó la vida de Mishal.

DETENCIÓN DE UNO DE LA CIA EN MOSCÚ

-13 de mayo de 2013: La detención en Moscú de un agente de la CIA fue muy cómica. La operación de detención del espía estadounidense, Ryan Christopher Fogle, al que Rusia devuelve generosamente a su patria. Un diplomático real con dos pelucas, una rubia y una morena, anda por Moscú con el mapa de la ciudad, varios pares de gafas y una brújula en sus manos esperando reclutar a un ruso del FBS experto en antiterrorismo. No lleva teléfono móvil, para no ser detectado.
En los bolsillos lleva billetes de 500 euros y una carta destinada al supuesto reclutado. A eso de la medianoche, el espía estadounidense llama por teléfono al oficial del Servicio Ruso de Seguridad (FSB) que anteriormente ya ha renunciado a reunirse, y vuelve a insistir en el encuentro.
Se podría entender esto si este oficial del servicio ruso de seguridad fuese una mujer o si Ryan Christopher Fogle, que ocupaba el puesto del tercer secretario de la sección política de la embajada estadounidense, fuese de orientación homosexual: uno bien puede perder el juicio por la pasión.
Las fotografías desde el lugar de detención fueron divulgadas en los medios de información y el respectivo vídeo fue publicado en Internet.


1 comentario :

  1. A ver que colegio de niñas era... Si era el "Estudios", es para matarles doble, a esos espias.

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